MEMORIA DESCRIPTIVA:
La idea rectora es generar un nuevo paisaje que sea, en si mismo, una transición entre el río y la ciudad.
Quilmes ha sido históricamente la única ciudad náutica de la zona sur, y como tal, siempre ha mirado hacia el río, por eso, ha desarrollado una conexión transversal a la costa con toda la infraestructura que esto implica. La Rambla, el Náutico, el Pejerrey Club con su muelle y el balneario en general.
Por todo esto, el Nuevo Quilmes recrea con un lenguaje contemporáneo esta historia perdida rescatando lo mejor de ella para las nuevas generaciones.
Con este espíritu se quiere lograr acercar el río al Nuevo Quilmes a través de las transiciones en el paisaje. Aprovechando las cavas aledañas se genera una sensación de agua extendida que se amplifica con la nueva laguna y con la visión lejana del río. Por eso, si ingresamos desde la autopista puede verse la conjunción de Cortaderas, Sauces criollos, Ceibos y Talas que nos recuerdan al paisaje ribereño y de ciertas zonas de la región pampeana. Esta vegetación incorpora el paisaje de las cavas y diluye los límites con las mismas.
Sin embargo, este emprendimiento requiere el aprovechamiento del suelo y la generación, a su vez, de un entorno verde para sus ocupantes. Por ese motivo, la mejor opción es elegir muy bien la forestación logrando un paisaje atractivo y singular.
Esta plantación incluye grandes masas de árboles de una misma especie constituyendo así un diseño de fácil lectura, simple y fuerte que destaca el plan maestro del emprendimiento.
*para Estudio de arquitectura Follet y asoc.
